La IA y su Influencia en la Humanidad: Desafíos y Oportunidades
En la era de la inteligencia artificial (IA) y la robótica en expansión, las reflexiones sobre el impacto social y ético de estas tecnologías generan un debate constante. La creciente presencia de la IA, especialmente con avances como los modelos de lenguaje natural, plantea interrogantes sobre su evolución y los riesgos asociados.
El reciente hito en la prueba de un dispositivo de estimulación cerebral basado en IA, desarrollado por Neuralink, la empresa de Elon Musk, agrega una nueva dimensión al panorama de la IA. Ante este escenario, es esencial abordar las posibilidades y riesgos que emergen con cada avance en esta tecnología.
Históricamente, la humanidad ha impulsado el diseño y desarrollo de nuevas tecnologías sin límites, guiada por la necesidad de resolver problemas y mejorar la calidad de vida. Desde la revolución industrial hasta las innovaciones actuales, la tecnología ha sido un motor de progreso social.
Sin embargo, este progreso no está exento de costos y desafíos. A lo largo de más de 70 años, la investigación en IA ha sido motivada por la idea de aprovechar dispositivos inteligentes para diversos fines. La capacidad de delegar tareas a máquinas inteligentes, optimizando así nuestras vidas, ha sido un objetivo clave.
La expansión de la IA plantea riesgos visibles, y es crucial abordarlos desde tres dimensiones fundamentales: la técnica, cultural o axiológica, y organizativa. La tecnología debe desarrollarse no solo desde un punto de vista técnico, sino también considerando sus objetivos y valores subyacentes, así como su implementación en la sociedad.
En este contexto, surge la necesidad de una respuesta consistente a los riesgos asociados con la IA, especialmente a medida que se vislumbran nuevas expresiones y alcances de esta tecnología. La dimensión organizativa de la tecnología es esencial para conciliar el progreso tecnológico con el progreso social, una batalla recurrente con la aparición de nuevas tecnologías.
El desafío actual radica en la organización de la IA para beneficiar a la humanidad en su conjunto. Organismos internacionales, gobiernos, academias y expertos trabajan para establecer regulaciones y protocolos éticos que guíen el desarrollo y la implementación de la IA.
En este contexto, es responsabilidad de los profesionales y emprendedores vincularse a estas tecnologías, participar en casos de uso, comprender su funcionamiento y utilizarlas de manera efectiva. La Universidad Siglo 21 apuesta por la formación de profesionales competentes, con herramientas para enfrentar el desafío de la IA, a través de carreras en Ciencia de Datos, Inteligencia Artificial y Robótica, y Bioinformática.
Conviene recordar que hacer de la inteligencia artificial un proyecto colectivo exitoso implica la colaboración de personas y equipos, enfrentando los riesgos de manera consciente. La implementación efectiva de la IA puede generar saltos de productividad y progreso colectivo, convirtiéndola en una herramienta clave para el futuro de la civilización.
