La Inteligencia Artificial y la habilidad de leer la mente

 La Inteligencia Artificial y la habilidad de leer la mente

La legendaria rivalidad entre dos de los más grandes jugadores de tenis de todos los tiempos, Andre Agassi y Boris Becker, se centró en sus estilos opuestos. Agassi se destacó por su destreza en el fondo de la cancha, su agresividad y su capacidad para devolver golpes desde cualquier posición, mientras que Becker era conocido por su saque potente y su habilidad en la red. Sin embargo, el saque famoso de Becker rara vez lograba vencer a Agassi.

En 2009, Agassi desveló en su autobiografía el motivo detrás de su dominio sobre el saque de Becker. El tenista de Las Vegas confesó que había descubierto un gesto involuntario de Becker que revelaba el tipo de saque que estaba a punto de ejecutar. Este hallazgo le otorgó una ventaja crítica sobre su rival, ya que Agassi podía anticipar el saque de Becker gracias a este detalle casi imperceptible.

En el mundo de la inteligencia artificial, las redes neuronales funcionan de manera similar. Estas redes detectan una serie de atributos que les permiten identificar objetos, diagnosticar enfermedades a partir de imágenes médicas o reconocer emociones en voces y rostros humanos. Al igual que Agassi, las redes neuronales deben descubrir por sí mismas cuáles son los atributos clave a partir de un vasto conjunto de datos.

La capacidad para leer los atributos del adversario es fundamental para anticipar acciones y ajustar estrategias, como se demuestra en juegos aparentemente aleatorios como piedra, papel o tijera. Aunque este juego se percibe como un desafío de azar, en realidad, implica intentar predecir la elección del oponente a través de patrones y atributos detectables. Las decisiones humanas, incluso cuando parecen aleatorias, dejan rastros y patrones que una red neuronal puede utilizar para predecir el próximo movimiento.

Un ejemplo impactante de esta capacidad se vio en 2020, cuando una inteligencia artificial desarrollada en la Universidad de Zhejiang, China, venció al 95 por ciento de las personas en partidas de piedra, papel o tijera, al cabo de trescientas rondas. Esto demuestra que, incluso en juegos de supuesto azar, las máquinas pueden superar sistemáticamente a los humanos al detectar patrones imperceptibles para la mayoría.

Esta habilidad para detectar patrones imperceptibles se extiende a otros ámbitos, como el marketing político y el diseño de productos. Las inteligencias artificiales pueden identificar las vulnerabilidades de las personas y anticipar sus respuestas, de manera similar a cómo Agassi leía el saque de Becker para encontrar su punto débil.

Las inteligencias artificiales destacan en la resolución de problemas precisamente porque pueden acceder a atributos específicos que son relevantes para el problema en cuestión. A diferencia de los humanos, que a menudo luchan por identificar los atributos más cruciales en medio de un mar de información. En ocasiones, esta dificultad radica en las limitaciones de nuestros sentidos, como el rango auditivo humano, que se encuentra entre 20 y 20,000 Hz, lo que limita nuestra percepción del sonido. Las máquinas, al igual que algunos animales, pueden percibir aspectos del mundo que escapan a nuestra atención.

En última instancia, la pregunta que se plantea es cuántas otras propiedades del mundo nos pasan desapercibidas debido a nuestras limitaciones sensoriales. ¿Cuántos gestos sutiles realizamos, que ni nosotros ni quienes nos rodean notan, pero que una red neuronal puede detectar y utilizar para «leernos la mente»?