La educación necesita un protocolo para el uso de la inteligencia artificial

 La educación necesita un protocolo para el uso de la inteligencia artificial

Un reciente informe revela una notable carencia de directrices sobre el uso de inteligencia artificial (IA) en instituciones académicas de élite, según un artículo de Pola Lem para Times Higher Education. Basándose en el análisis de las 50 mejores universidades mundiales según el ranking de THE, realizado por Benjamin Moorhouse, profesor asistente de educación en la Universidad Bautista de Hong Kong, el informe destaca que solo 23 de estas instituciones han hecho públicas pautas claras para el empleo de herramientas de IA generativa, como ChatGPT, Bard, Bing y Claude, en entornos académicos.

Moorhouse califica este hallazgo como «preocupante», ya que destaca una falta de orientación que podría poner a los instructores en una posición defensiva. La ausencia de directrices claras podría llevar a enfoques más conservadores, como el aumento de las evaluaciones en clase, y enfrentar desafíos significativos al intentar adaptar prácticas de evaluación sin una guía institucional clara.

Este estudio, pionero en evaluar la conciencia y preparación de las instituciones académicas ante la adopción de nuevas tecnologías como la IA, advierte sobre las consecuencias de la falta de una postura clara. La transformación de la dinámica de enseñanza y aprendizaje en el ámbito académico, especialmente con la prevalencia creciente de ChatGPT y otras formas de IA, destaca la necesidad urgente de protocolos.

La reticencia a ser pioneros en este terreno y la incertidumbre sobre el impacto exacto de la inteligencia artificial generativa podrían explicar la falta de directrices públicas en muchas instituciones. Además, el informe destaca que algunas instituciones que han creado directrices no las han hecho accesibles al público, lo que complica aún más la situación. La opacidad en torno a las políticas internas podría estar vinculada a preocupaciones sobre la sensibilidad del diseño de evaluación y el uso de herramientas de detección de IA.

Ante este panorama, el informe insta a las instituciones a adoptar una postura más transparente en cuanto a sus políticas, subrayando la importancia de que los profesores adquieran las habilidades necesarias para integrar la IA en la enseñanza. En un momento en que la tecnología continúa transformando la educación superior, la falta de directrices sobre el uso de la inteligencia artificial plantea interrogantes sobre la preparación y adaptabilidad de las instituciones académicas líderes frente a estos cambios significativos en el paisaje educativo.