Para pensar

 Para pensar

Eduardo Duhalde y el Golpe de Estado

Eduardo Duhalde sorprendió a los argentinos, alertándolos sobre un posible golpe de estado. Nadie defendió mejor que el mismo la naturaleza de su creación mental: Su comportamiento por sufrir una psicosis momentánea por la cuarentena.  Imaginemos entonces los desvaríos y abstracción de la realidad que pueden sufrir los que gobiernan o tienen poder para tomar decisiones. Si una persona con experiencia política, poder, gestión, intelecto o formación, puede crear tamaña irrealidad, imaginemos entonces aquellos que, careciendo un poco de todo lo que tiene Duhalde, deben tomar decisiones a diario. No es poca cosa decir lo que dijo, ya que esto demuestra una absoluta desconexión de la realidad institucional castrense, en términos de poder, de equipamiento, de convicciones, etc. Lo peor de estos dichos, no es haber alertado a la sociedad sobre un imposible, lo más terrible por el contrario, es atribuirle a los castrenses, a quienes creería, nunca han estado más democráticos, la demonización de sus convicciones institucionales y personales. Las FFAA de antaño, hubieran hecho un golpe de Estado por mucho menos de lo que sucede en el país a diario, y por suerte están en acuerdo con la democracia y sus procesos. Si los militares han aprendido a que NO son ni fueron los salvadores de la Patria, es crítico y aún más fundamental que los políticos entiendan que ellos SI son los salvadores de la Patria, y al parecer todavía no se enteraron. No es el trabajador de a pie, la maestra rural o el gendarme que cuida la frontera o los empresarios los salvadores de la Patria. La Patria en última instancia esta diseñada en su crecimiento o muerte, por aquellos que dictan las normas, las hacen cumplir y toman las decisiones, esos se llaman políticos. Cuando  entiendan que el origen del bien y/ o del mal son ellos y sus acciones, comprenderán un poquito más la hora en que deberían actuar, retirarse o simplemente pasar desapercibidos y quedarse con las cosechas de sus triunfos o ineptitudes. Argentina necesita gente seria que opine, planifique, piense y actúe. Tal vez Duhalde sea la muestra de quienes nos conducen  o tal vez no lo sea, pero ciertamente estos lapsus “Psicóticos” como parecería se auto atribuyó, no le hacen bien a nadie, especialmente a quienes hoy defienden a la Nación, crecidos y educados en gobiernos democráticos y que deben vivir bajo la sombra de quienes rompían los ordenes institucionales a golpes de estado y más aún de aquellos que viven y rentabilizan el recuerdo de esos tiempos en veredas contrarias. No tendremos paz si no tenemos verdad y no tendremos verdad si pensamos como psicóticos. La ideología es una especie de psicosis encubierta de gente que atenúa sus compartimientos amparados en sus convicciones. ¿Se entiende? La inmadurez de los dichos se paralelizan a la simpleza de su defensa. La disculpa debería ser dadas a quienes están en este momento sirviendo a la Patria y no a la reputación propia. El primer honor que un honorable cuida es el ajeno. 


¿Existe el Peronismo Gorila?


El peronismo es tan popular como popular era Perón. Nadie fue más gorila que Perón, sobre todo por buscar el poder y cimentarlo sobre lo popular. Imagínense un militar allá por los 30’ o 40’.  No cualquiera era oficial del Ejército. Era ya por serlo considerado de clase alta, en un país donde la clase alta nació con declive, claro está. Sus primeros adeptos y hasta el menemismo también, poseían algunos más de tres apellidos. El peronismo, principalmente es gorila en sí mismo. Por ser un vector de poder y no por su extracción social. Creer que el peronismo es popular es como creer que un jean comprado en “el once” es más cool que un jean Diesel con las rodillas rotas. El peronismo es un jean de moda o clásico, que se vende en lugares baratos a un alto precio. Eso lo hace gorila en si mismo. No es el origen sino el fin lo que determina la naturaleza del método. Nada más gorila que el maquiavelismo aplicado a lo popular. El peronismo es el mejor movilizador social de Argentina, ya que a los pobres los hace felices y a los advenedizos los hace importantes y ricos. En un país donde la clase social alta, (que no existió jamás ni en términos de nobleza o de cultura), no tiene injerencia cultural, económica ni decisiones estratégicas de la Nación, nadie es más gorila que el que manda, ergo, acá, nos guste o no nos guste, mandan los peronistas y eso mismo los “goriliza”. El único problema que tienen estos gorilas es que se canibalizan entre su misma especie, mientras que los “populares” no peronistas, los aplauden siendo pseudo oposición o pagando impuestos los más domesticados.  Gorila no es una clase social, sino el ejercicio del poder. Los gorilas de antaño en Argentina, hoy son pequeños mandriles con colorados trastes y bolsillos de poca monta recordando épocas en las que no vivieron, ni tampoco hicieron nada por la Patria, que en el presente les de autoridad para representarse con importancia. La aparición del peronismo en vez de haber sido la bendición democrática para las clases altas, cuando apareció Peron y perpetuarse en el poder con estilo democrático, fue mas una confrontación social de estilos y riñas femeninas con señoras que no habían trabajado nunca. En un país como EEUU, lo hubieran llamado Republicanismo. El gorilismo es la nominación de un inepto sobre si mismo, pero amparado por pertenecer a una clase social a la que a nadie le importa, principalmente porque es endogámica y porque para prosperar, si o si tiene que hacer negocios con los peronistas o casarse con uno de ellos.  “Que mi mano derecha no sepa lo que hace mi izquierda” diría el Nazareno. Lo mismo dicen los peronistas y los gorilas, ambos lo mismo pero disimulados según convenga.


DNU: TV, Internet y Celulares como Servicios esenciales


Claramente, este es el elixir de todos los que pagamos una fortuna por malos servicios. Voy a ir corto, porque no hay mucho que decir, sin entrar en la mega guerra entre los grandes grupos de Telecomunicaciones y el gobierno. Es una decisión para aplaudir. Quien puede dudar que tener internet y comunicación celular no es algo esencial hoy en día. Tal vez no lo era ayer pero hoy lo es y mañana aún más lo será. Lo es, no solo por toda la información y transacciones de diversas índoles que mueven nuestras vidas en lo cotidiano, sino también por la dependencia social, psicológica y económica que ello conlleva.  Son servicios esenciales y punto, en consecuencia ya no son un lujo y los consumidores deben estar protegidos por el Estado. Esto  no es para libertarios, esto es para argentinos que viven en Argentina y en donde si los consumidores no están protegidos, son birlados por las empresas.


Reforma Judicial en Diputados.


No esperen cosas distintas de la misma gente. Si en el Senado ya tiene la media sanción,  esperemos la sanción completa en Diputados. De no ser así, estoy convencido de que quien lidere la oposición, se transformará en un jugador de renombre para el 2023. Esperemos ver grandes peleas acordadas y grandes debates inconsistentes, simplemente porque las convicciones se basan en subjetividades y eso no es bueno, para un país donde los números importan cada vez más. Veremos elocuentes justificar cosas sin argumentos objetivos tanto objetivistas proponer formulaciones a gente subjetivizada. Lo maravilloso de las cámaras en Argentina, es que se debate para los medios y se acuerda previamente para sostener el  poder de todos en conjunto. Ya todo esta dicho y no lo sabemos, así que a relajarse. Si alguien cree que marchando cambia algo, recomiendo la peregrinación a Luján que al menos hace bien al alma. Marchar en este país produce cambios en corto sobre políticas que a nadie le importa en largo.

por MARIANO TATO

Especialista en Marketing Político