La IA y su potencial revolucionario en la detección del Alzheimer a través de los ojos

 La IA y su potencial revolucionario en la detección del Alzheimer a través de los ojos

La enfermedad de Alzheimer, un trastorno cerebral degenerativo, se presenta como un creciente desafío para la salud pública a nivel global. Esta afección, caracterizada por cambios en el cerebro que resultan en la acumulación de ciertas proteínas y la consiguiente atrofia cerebral, se manifiesta como la causa más común de demencia. Este deterioro progresivo afecta la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales de quienes la padecen.

La pérdida de memoria, que evoluciona para involucrar otras capacidades cognitivas, es el síntoma primordial de la enfermedad, lo que ejerce un impacto significativo en la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus seres queridos. Actualmente, alrededor de 55 millones de personas en todo el mundo conviven con algún tipo de demencia, siendo el Alzheimer la forma más prevalente. Alarmantemente, el 75% de los casos no están diagnosticados a nivel global, y el 85% de quienes han sido diagnosticados no reciben el apoyo necesario.

La demencia representa una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores, siendo la enfermedad de Alzheimer responsable del 60% al 70% de estos casos. En América Latina y el Caribe, se estima que alrededor de 3 a 4 millones de personas vivían con demencia en 2010, y se prevé que esta cifra se duplique para 2030, alcanzando a cerca de 7 millones de individuos.

Sin embargo, un reciente avance podría revolucionar la detección temprana de la enfermedad. La empresa RetiSpec ha desarrollado un algoritmo basado en inteligencia artificial que, según sus afirmaciones, puede analizar escaneos oculares y detectar signos de Alzheimer hasta dos décadas antes de la aparición de los síntomas.

Esta innovación se suma a los esfuerzos en curso de varias empresas e investigadores que buscan aprovechar el poder de la inteligencia artificial para desentrañar los misterios de esta enfermedad neurológica, cuyas causas exactas siguen siendo un desafío. La IA podría abrir una nueva era en el diagnóstico de esta afección difícil de identificar y tratar, ya que tiene el potencial de conectar los puntos en la investigación, como lo señaló Eliav Shaked, cofundador de RetiSpec.

Otra empresa, Neurovision, con sede en Sacramento, California, está empleando el aprendizaje automático para desarrollar escaneos de retina y análisis de sangre con el propósito de identificar a personas en riesgo de desarrollar Alzheimer y otras formas de demencia. Su modelo de IA analiza los escaneos oculares en busca de anomalías, como la acumulación de ciertas proteínas o vasos sanguíneos con forma retorcida, que se relacionan con el Alzheimer. Este enfoque supera la capacidad del ojo humano para detectar signos en los escaneos, logrando un mayor nivel de precisión.

En la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona en Tucson, el profesor asociado de neurología Rui Chang ha desarrollado un modelo de inteligencia artificial con el objetivo de identificar desencadenantes genéticos relacionados con el Alzheimer. Este modelo, en tan solo dos meses, identificó 6,000 objetivos genéticos, lo que podría transformar la forma en que se comprende y aborda el Alzheimer. Chang fundó una empresa llamada Path-Biotech que comenzará ensayos clínicos basados en su investigación sobre IA el próximo año.

A pesar de que el Alzheimer fue la sexta causa de muerte en los EE. UU. en 2021, excluyendo el COVID-19, las técnicas actuales para identificar la enfermedad son costosas y complicadas. Las pruebas convencionales, como la punción lumbar o la exploración por TEP, para evaluar los niveles de amiloide y la proteína tau, pueden llevar semanas y resultan inaccesibles para muchas personas.

En contraste, la IA de RetiSpec analiza escaneos oculares con una cámara que ya se encuentra en muchas oficinas de optometristas, lo que permite detectar firmas ópticas únicas relacionadas con la presencia de amiloide en el cerebro. Un estudio reciente con 271 pacientes demostró que este modelo logró una precisión del 80% en la detección de estas firmas, ofreciendo resultados instantáneos.

Aunque las herramientas de IA han demostrado eficacia en pruebas clínicas, enfrentan desafíos en la implementación en el mundo real, ya que los datos médicos son limitados y privados. No obstante, empresas como RetiSpec y Neurovision están tomando medidas para garantizar la precisión de sus algoritmos y minimizar los errores en la detección de enfermedades.

La investigación en torno a la IA y el Alzheimer continúa avanzando y podría tener un impacto significativo en el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad en el futuro. Científicos en Canadá han desarrollado un modelo capaz de identificar signos de la enfermedad a través del análisis de los patrones del habla, ofreciendo una precisión del 70% al 75% en la diferenciación entre pacientes con Alzheimer y personas sanas. Este avance ofrece esperanza para las más de 747,000 personas en Canadá que luchan contra esta enfermedad y otras formas de demencia.

Un estudio reciente también ha empleado la inteligencia artificial (IA) para explorar el potencial del aceite de oliva virgen extra (AOVE) en la lucha contra el Alzheimer. Utilizando una combinación de tecnología de IA, química e investigación, los científicos han identificado compuestos bioactivos en el AOVE que muestran promesa en el tratamiento y prevención de la enfermedad de Alzheimer. La dieta mediterránea, que incluye el AOVE, ha sido vinculada a un menor riesgo de demencia y deterioro cognitivo, lo que refuerza la importancia de la IA en la investigación médica actual.

En resumen, la inteligencia artificial se posiciona como un aliado valioso en la lucha contra el Alzheimer, abriendo nuevas puertas en el diagnóstico temprano y el tratamiento de esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. La IA está transformando la forma en que abordamos y comprendemos esta afección, lo que promete avances significativos en el futuro.